Óscar Sipán y Tropo Editores A los que leen. Capítulo XVIII

17/1/14

A tenor del primer relato suyo publicado en el fanzine So Young, contacté con Óscar Sipán Sanz, vía invento virtual -email-, a finales del año 2000 o principios de 2001, fecha en que, sin conocernos, tuvo el detalle de enviarnos uno de sus escritos, titulado "Textos sin timón". Desde el momento en que lo leí quedé atrapado en su tela de araña, tejida de melancolía -de la que escuece por incisiva- y de gotas de humor cítrico, y supe sin riesgo a equivocarme que estaba leyendo a un gran escritor. En los siguientes dos o tres años, dos o tres números del fanzine, nos obsequió con otros relatos: "Ocio", "Un lugar de tristeza infinita", "Luz", "Cerraduras". Todos, magníficos. Algunos, incluidos en el primer libro que me compré de Óscar, "Pólvora mojada" (2003). Desde entonces ha publicado unos cuantos libros más, además de que muchos de sus relatos han obtenido premios en certámenes de toda España. Y también me lo encontré en los créditos, como guionista, de los magníficos documentales "Aragón, el viaje fascinante" emitidos por Aragón Televisión, en donde buena parte de la atracción casi hipnótica que ejerce este documental -además de por la embriagadora voz de Juan Antonio Bernal-, venía de las estupendas descripciones históricas, descriptivas y paisajísticas de Óscar y Laura Sipán.

Pero fue el pasado año, a través de otro de esos inventos modernos, el facebook, que pude retomar los pasos de Óscar. Y con él llegué a Tropo Editores, la editorial que creó hace unos años junto a Mario de los Santos. En Tropo han publicado libros del gran Carlos Castán -concretamente "Museo de la soledad", "Papeles dispersos" y "Polvo en el neón"-, uno de los narradores más talentosos que hay en España ahora mismo, y también a autores de la valía de Joost Vandecasteele, Sergio del Molino, Ramón Fontseré, Víctor Álamo de la Rosa, Liliana Colanzi, Daniel Pelegrín, Rafael Chaparro, Mar Sancho, Julio de la Rosa y muchos otros que hacen de Tropo Editores un lugar especial y muy coherente. Porque estas dos cualidades se complementan con un santo y seña fundamental en la editorial: las portadas de Óscar Sanmartín Vargas. Óscar S. se dio a conocer hace ya muchos años con las portadas de los discos de El Niño Gusano, pero desde esos ya lejanos tiempos hasta hoy no ha dejado de desarrollar su personalísima forma de entender el arte: pocos artistas logran tener un estilo y un universo tan particular y reconocible como él.

Así, con la magnífica línea editorial de Tropo y sus sugerentes y singulares portadas, es fácil pasarse una temporada devorando, uno detrás de otro, libros de su colección. Libros que el propio Óscar Sipán -a quien tras tanto tiempo después pude conocer personalmente en su stand de Tropo de la Feria de Huesca, rodeado de otros puestos de quesos y pendientes, hace unos pocos días- me dio a conocer y recomendar con un entusiasmo contagioso que hizo imposible la no adquisición de algunos de sus títulos mientras recordábamos viejos tiempos fanzineros. 

Tropo Editores es una de las mejores noticias literarias que han ocurrido en Aragón en los últimos tiempos. Será un placer tener una estantería aparte con sus títulos, y con sus portadas. Le deseamos mucha suerte y sobre todo larga y fructífera vida literaria.

Como colofón a este artículo de homenaje y agradecimiento, no puedo dejar de recomendar el último libro de Óscar Sipán, que ya noquea desde el título: "Quisiera tener la voz de Leonard Cohen para pedirte que te marcharas", publicado por Editorial Base. A los que nos gusta subrayar los libros con lápiz, con los libros de Óscar ocurre como con los de Carlos Castán, que en cada página que escribe hay alguna frase de esas que aspiran a ser completamente indelebles para la memoria, y que gusta releer de tanto en tanto. Así que aunque es muy difícil elegir, aquí van algunas de las líneas especiales de "Quisiera tener la voz de Leonard Cohen...", que sin duda marcan una parte de su sello personal.

“Nunca crecemos. Tan solo distorsionamos la mirada”.

“Solo los psicópatas y las parejas pueden infligir tanto dolor”.

“Dos boxeadores, eso es lo que somos, pensé. Dos boxeadores cansados y aturdidos buscando una mano ganadora para fulminar al contrario y acortar el sufrimiento. Dicen que ese golpe definitivo toma forma de ruptura o de proyecto de futuro: casarte, tener hijos, formar una familia. Balas de paja para amortiguar la caída, implosiones de tristeza, teorías de cobardes para perpetuarse en la infelicidad. Para los boxeadores el futuro es la próxima pelea”.

“El tiempo había volteado los imanes de nuestros cuerpos y ahora nos repelíamos”.

“Me adentré en la treintena con las mismas dudas que en la veintena, pero más desencantado. La espuma de los días resultó ser detergente industrial”.

“Todos los corazones tienen un aforo limitado, la felicidad es una animal escurridizo del que muchos hablan y pocos han visto…”

“El amor es la deslumbrante luz azul que lleva a la mosca a la muerte en la pescadería”.

“La adolescencia es un fusil cargado y sin seguro en manos de un enfermo de Parkinson”.

“La memoria es un corcho en el que vamos clavando caras y penas, labios de carmín y amores imposibles”.

"Vivimos en soledad con destellos de compañía”.

“Los oigo copular a todas horas, tras la pared de mi habitación. Quizás debí emparedarlos por separado”.

“De la incandescencia al olvido hay un tramo muy corto, somos como lagartijas a las que misteriosamente, vuelve a crecerles la cola, nos destrozamos el corazón y lo volvemos a regenerar”.

“El amor es un impasse entre dos soledades”.

“Los dos hemos paladeado ya el miedo y ese regusto a mentira y vinagre, los primeros yacimientos de melancolía que descubres al cumplir años”.


I loved you in the morning, our kisses deep and warm, your hair upon the pillow like a sleepy golden storm, yes, many loved before us, I know that we are not new, in city and in forest they smiled like me and you, but now it's come to distances and both of us must try, your eyes are soft with sorrow, Hey, that's no way to say goodbye. I'm not looking for another as I wander in my time, walk me to the corner, our steps will always rhyme you know my love goes with you as your love stays with me, it's just the way it changes, like the shoreline and the sea, but let's not talk of love or chains and things we can't untie, your eyes are soft with sorrow, Hey, that's no way to say goodbye. I loved you in the morning, our kisses deep and warm, your hair upon the pillow like a sleepy golden storm, yes many loved before us, I know that we are not new, in city and in forest they smiled like me and you, but let's not talk of love or chains and things we can't untie, your eyes are soft with sorrow, Hey, that's no way to say goodbye.

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